Flamenco

Álvaro
Yo me apunté con muchas dudas e inseguridades, pensando que sería muy difícil que aprendiese a bailar. Desde el primer día, encontré algo mejor de lo que podía imaginar: Un lugar donde aprenderás a bailar, te divertirás, y te sentirás que formas parte de algo muy especial.
El ambiente en Gracia Flamenca es muy especial, te hace sentir tranquilo y concentrado en lo que estás haciendo.
Es un lugar ideal para desconectar y disfrutar del flamenco.
Para mí, es un espacio que me ha ayudado a divertirme y a superarme a la vez.
La profesora sabe dedicarle a cada uno la atención que necesita en función de su nivel y de su personalidad, para que siga progresando y disfrutando de las clases. Eso no significa que no sea exigente, sabe hasta donde puedes llegar y te estimula para conseguirlo.
Después de 4 años bailando en Gracia Flamenca puedo decir que me siento afortunado y agradecido por haberla encontrado.


Vane
Gracia Flamenca es el primer lugar donde sentí que sabía bailar.
Cuando salgo de la clase salgo ligera, como si volase, sin nada en la cabeza y el alma llena, pues el ambiente en las clases te hace sentir… flamenca, guapa, ágil, aire.
Lo que más me gusta de Marta como profesora es su capacidad para convertir el baile en una forma de vivir. Su capacidad para hacerte evolucionar a nivel personal a través del baile.
Apúntate a bailar en Gracia Flamenca, bailarás flamenco desde el primer día sin darte cuenta.


Ana
El flamenco me encanta, forma parte de mi vida y lo tengo en mi corazón.
Cuando me decidí a aprender a bailarlo, quería encontrar un lugar especial donde profesora, alumnos y música se unieran en uno. Después de 2 años en Gracia Flamenca quiero decir que ese lugar especial lo he encontrado y ha superado mi expectativas.
Para mí las clases son más que un aprendizaje de pasos, es un momento del día en el que me enriquezco con la música y con la compañía de Marta y mis compañeros de clase.
Un depósito de energía positiva donde me enchufo una vez a la semana y me recarga por completo.
Lo mejor de las clases es poder aprender pasos para interpretar la música tal y como la siento.
El ambiente en las clases te hace sentir que vales, que importas, que todos somos necesarios y es por eso que salgo siempre muy contenta.
Desde que voy a Gracia Flamenca me siento más liberada, mejor conmigo misma y con mi entorno.


Olga
Nunca pensé que bailar flamenco fuera tan sencillo y tan trascendente a la vez, aprendiendo de la forma tan natural que se hace en Gracia Flamenca.
Venir a clase significa realizarme, divertirme, sentirme valiente.
Desde que voy a Gracia Flamenca soy más yo, me siento fuerte, flexible, viva y con ganas de afrontar mis retos. Es por eso que durante la semana espero mi dosis de fuerza y motivación que me da el baile flamenco.
Me encantan las clases porque se nota que están bien planificadas, que Marta explica claro y con simpatía innata y crea un clima especial.
Es una profesora muy completa y excelente, tanto desde el punto de vista didáctico como emocional. Me siento muy feliz de haberla encontrado y conocido.
Y es que en sus clases se respira naturalidad a la hora de transmitir y enseñar flamenco.


Xiomara
Se nota que Gracia Flamenca es un sitio creado para disfrutar del arte flamenco.
Durante la semana no veo el momento en que llegue la hora de volver a bailar.
Para mí, Gracia Flamenca es una escuela en donde aprendo y disfruto del baile flamenco, y en donde siempre sacan la mejor parte de mí.
Poder asistir a clase en un soplo de aire fresco. Durante el día cada uno tiene sus quehaceres y no hay un solo momento de respiro. Pero sabes que en cuanto llegan las 20:30 tendrás esa fantástica horita de desconexión del mundo, en la cual poder aprender a la vez que disfrutas del flamenco.
Desde que voy a Gracia Flamenca soy más flamenca y menos vergonzosa a la hora de bailar, me siento libre para expresarme mediante el baile.
Después de 4 años tiempo en Gracia Flamenca puedo decir que cada vez tengo ganas de más.


Emma
Nunca imaginé que el flamenco fuera “el baile de mi vida” hasta que probé la primera clase hace ya 7 años.
Durante las clases sientes que sólo existes tú, tus compañeras, Marta y el baile flamenco.
El ambiente en Gracia Flamenca es relajado y divertido, a la vez que muy profesional. Una combinación que te gustará.
Sevillanas

Vicky
La verdad es que el tema de aprender sevillanas en mi caso surgió desde el trabajo, tenía que preparar la planificación de un proyecto que tuviera que llevar a cabo, estableciendo todos los pasos a dar y los plazos de tiempo aproximados en que pudieran cumplirse. Como del tema laboral me estaba resultando un tanto difícil, nos plantearon empezar por un proyecto personal que nos hiciera ilusión y no hubiéramos llevado a cabo todavía.
Desde pequeña mi ilusión siempre ha sido aprender a bailar sevillanas, no hace falta decir que de esa temática han sido siempre mis disfraces……así que organice los pasos que tenía que seguir para poder aprender a bailarlas.
El día que entregué el proyecto a mi jefe recibí por la tarde un email de gracia flamenca. El caso es que como ya lo tenía todo organizado y por escrito, contesté el email y a las dos semanas estaba en la sala salamandra dispuesta a empezar las clases.
Para mí, ha sido mucho más que aprender sevillanas. Se ha convertido en la ilusión de la semana, he perdido un poco la vergüenza de moverme, tengo más seguridad y por fin he visto realizado mi sueño de saber bailar sevillanas, ahora toda la familia me dice, “¡por fin! Ya sabes bailar sevillanas, tú que desde pequeña quería…” ¡Me encanta!
Me he sentido muy a gusto con mis compañeras, hemos conseguido mucha complicidad y cariño, y me he divertido lo que no me imaginaba con el festival.


Eva
Llevaba toda la vida queriendo aprender a bailar sevillanas y este por fin, ha sido mi año.
Empezar las clases de sevillanas ha hecho que mi rutina y mis responsabilidades dieran un vuelco. Ahora, los miércoles son, para mí, el día más divertido de la semana.
Bailar sevillanas es alegría, diversión, entusiasmo.
Conocer a Marta y a mis compañeras ha convertido esta experiencia en la mejor decisión de mi último año.


Andrea
Gran parte de mi familia es de Sevilla, pero yo siempre he vivido en Barcelona y nadie me ha enseñado a bailar. Siempre que voy allí todos se ponen a bailar y yo no sé. Ahora por fin podré bailar con ellos y eso me hace muy pero que muy feliz.
Las clases de sevillanas significan cumplir un sueño que hace mucho tiempo que tenía.
Además, ir a clases de sevillanas me permite desconectar de todo el estrés del trabajo y pasar un buen rato.
Bailar sevillanas es algo que me hace inmensamente feliz.
Cuando bailo sevillanas me pongo muy contenta y, cuando me salen bien, no puedo parar de sonreír. Aunque aún me queda por mejorar, bailar una sevillana entera me provoca una gran satisfacción.
Cuando salgo de clase estoy emocionada y contenta por el subidón de bailar y, al mismo tiempo, relajada porque he dejado a un lado las preocupaciones del trabajo.
Los primeros días, después de clase, tenía un poco de agujetas. Pero luego ya no, porque noto que bailando trabajo y fortalezco los músculos de la espalda.
Nunca pensé que encontraría una profesora de sevillanas tan simpática y con altas dosis de paciencia que pudiera enseñarme a bailar sevillanas. Aprender a bailar sevillanas era una de aquellas cosas que siempre quería hacer. Nunca pensé que cumpliría este sueño ¡y solo en cinco meses!


Sandra
Cuando salgo de la clase sólo puedo decir: Satisfacción plena.
Nunca imaginé aprender tanto ni con tanta calidad.
Gracia Flamenca cumple con mis expectativas de largo.


Mari Cruz
Poder bailar y sentir las sevillanas es una de las oportunidades que me ha dado Gracia Flamenca.
Es el ratito de la semana para dar rienda suelta a las emociones, para mirar hacia dentro, para sentir el compás, para centrarte en tu postura, tus brazos, tus tacones, para dar vueltas a los volantes, para mirarte al espejo y verte lo bien que te sienta la falda y para disfrutar de cada expresión y cada gesto de tus compañeros.


Inés
Después de dos años bailando, puedo decir que estoy enganchada a Gracia Flamenca por todo lo que me aporta.
- Una hora de desconexión absoluta en la que el cuerpo, el ritmo y las sensaciones son lo único que importan.
- Mucha alegría (da igual cómo entres, vas a salir con una sonrisa en los labios y las pilas cargadas).
- Mayor conciencia del cuerpo y de la postura, y más seguridad en mí misma.
- Un punto de encuentro con gente estupenda con quien es un placer relacionarse dentro y fuera de las clases.
- Un espacio donde profundizar en una música que me encanta: Las sevillanas.
Por todo eso y mucho más (ya encontrarás tus propias razones) ¡te lo recomiendo!
Rumba Catalana

Olga
Sin duda lo que más me gusta de Gracia Flamenca es la dinámica y la forma en la que se aprende: bailando. También me gusta mucho el carácter divertido de la clase, no pretendo ser una profesional sino hacer algo que me gusta de una forma distendida, la mejor forma de aprender en mi opinión.
Nuestra clase es de 20.30 a 21.30h, llego cansada de trabajar todo el día…Nos damos el tute durante una hora y salgo con las pilas puestas y súper motivada.
Desde que voy a bailar a Gracia Flamenca tengo ganas de que lleguen los lunes… ¡algo realmente inaudito!


Aitana
Me gusta el ambiente de la escuela porque es sano, divertido y entregado.
Para mí, Gracia Flamenca es un sitio donde todos dejamos las historias y nos convertimos en bailadores.
Mis compañeras siempre han sido geniales y eso hace que haya un clima muy bonito en las clases.
Las clases de rumba catalana son una hora a la semana que te hace desconectar de la rutina, con mucho movimiento y muchas risas A toda la gente que está pensando en apuntarse les digo: ¡Levántense y bailen…gocen!


Adriana
A la classe de rumba catalana carrego piles i quan surto em sento relaxada. Haver-me focalitzat en la classe fa que surti tranquil·la, contenta, ja que m’he oblidat de qualsevol mal rotllo que portés al cap.
També noto canvis a escala postural, d’esquena. El dia que vaig a classe noto que se m’estira la columna, i ja no la sento agarrotada.
El que més m’agrada de les classes és el bon rotllo que genera la profe (sempre rient, fa bromes…), i el ritme de les classes, aprens sense estrès i gaudeixes de la música a través del cos. Això em dóna energia positiva a tope i una major connexió amb el propi cos.


Ivette
El ambiente en Gracia Flamenca es de un buen rollo increíble, desde el primer momento sientes como si te conocieran de toda la vida.
En las clases te das cuenta que, como todo en esta vida, bailar es cuestión de práctica y el buen rollo que la profesora crea deja tus miedos fuera de la clase.
Durante la semana voy muy estresada así que la clase de rumba catalana para mi es la horita de la semana que me dedico. Es mi tiempo, tomo contacto con mi cuerpo, aprendo a moverme y me dejo llevar por la música, no pienso en nada más.
Cuando salgo de la clase soy otra persona. Me siento tranquila, relajada y con las pilas cargadas.
Ven un día a probar. Yo lo hice y al salir dije: ¡La semana que viene vuelvo!


Mercè
Feia molts anys que volia aprendre a ballar rumba catalana, molts. Recordo que vaig estar buscant, no vaig trobar cap lloc on ensenyessin a ballar-la i ho vaig haver de deixar córrer.
Fins que, passat el temps, vaig trobar-me amb Gracia Flamenca. Quina troballa, un lloc on s’ensenyava a ballar rumba catalana!
De sempre que m’ha agradat molt. M’agradava escoltar-la. La ballava a la meva manera perquè sempre era una música que em feia saltar a la pista de ball, i m’encantava veure-la ballar bé quan hi havia ocasió. Poder aprendre a ballar-la és com dir: ara jo també puc.
En ballar-la em sento connectada amb la meva alegria vital. I em desconnecto dels “rotllos” mentals. Em permet estar molt en el present.
Noto canvis en sortir de les classes. Estic més contenta, com amb més seguretat. Quan hi vaig amb algun problema, preocupació o disgust, en sortir de classe segueix estant evidentment però la sensació que tinc és que ja no em té tant “atrapada”…I alguna cosa de tot això m’emporto al meu dia a dia.
Les classes de rumba catalana són el moment que sé que vaig a oxigenar-me, a desconnectar de cabòries i a sentir-me millor. Per això procuro sempre no perdre cap classe.
La professora sap ensenyar molt bé a ballar-la i també sap transmetre l’alegria de la rumba catalana.
Gracia Internacional

Claudia
(Brasil)
Empecé a bailar en país de origen, Brasil en 2009, en Brasil, ¡y fue un flechazo! Cuando decidí hacer una pasantía de estudios de un año en Barcelona ya tenía en mi lista de “cosas que hacer”: Encontrar un sitio para continuar con las clases de flamenco. La segunda semana en Barcelona, ya ubicada en un piso, llamé a varias escuelas que encontré en internet. Logré contacto con algunas que me pasaban sin más, los precios y horarios; algunas no contestaban… llamé a una Gracia Flamenca. Sin respuesta, tendría que llamar en otro horario. Así, fue una sorpresa que cuando sonó mi móvil, oír a una Marta de Gracia Flamenca, que retornaba la llamada. Súper simpática, me preguntó sobre mis estudios de flamenco previos, que ritmos conocía y qué me gustaba…Me invitó a una clase de prueba y me indicó las mejores opciones para mi nivel. Me apunté pronto y participé de una clase de Rumba Catalana. Lo pasé bomba…luego empecé las clases regulares. Por lástima, por cambios en mí cronograma tuve que cambiar para otro horario. Me junté a un grupo que ensayaba un Tiento y… ¡otro flechazo! Los martes eran el mejor día de la semana… Si estaba cansada o desanimada, luego me ponía a tope con la clase. Las compañeras de ensayo se fueron haciendo amigas, principalmente en la etapa final, con ensayos extras y la necesidad de un sentido de grupo. El festival fue fantástico ¡mucha emoción! Para mí participar de las clases fue muy importante para superar a los desafíos que el baile te impone al cuerpo (aprender a los pasos, sentir la emoción, buscar a tu duende…) y para darme una sensación de pertenencia por el cariño y paciencia de Marta y de mis compañeras. Olé


Evi
(Austria)
En total estaré en Barcelona medio año. Siempre he deseado al acabar la universidad en Viena ir a otro país donde aprender su idioma y su lengua de signos, puesto que soy sorda. Empecé visitando diferentes curso de idiomas y a bailar en diferentes lugares distintos tipos de street dance, pero un día vi un espectáculo de flamenco y supe que si quería conocer y entender mejor la cultura de aquí, tenía que hacer un curso de flamenco. Gracia Flamenca me ha dado esa oportunidad. Tuve como profesora a Marta y he estado bailando en un grupo muy divertido que me dio una bienvenida muy amable. Hemos trabajado cómo un equipo y me explicaron y repetimos las cosas que no podía entender. La atmosfera era súper cómoda y siempre me sentí conectada con el grupo y con la profesora. Cuando quería aprender algo en concreto, Marta me enseñaba con muy buena construcción. Aunque mi castellano no estuvo perfecto, ella siempre se tomó el tiempo para entender lo que necesitaba y me informaba con sus explicaciones. Un día me sorprendió porque ella sabe hablar un poco la lengua de signos y a veces la usaba para mí en las clases. Esta experiencia y el espectáculo al final del curso con los músicos, han completado mis deseos de aprender y disfrutar las tradiciones y cultura de Barcelona!


Yessica
(Chile)
Hace ya algunos años tuve la maravillosa posibilidad de vivir en Barcelona por casi 2 años por temas de estudios. Estando allá me dije: ¿Por qué no aprender algo de baile? , dado que disponía del tiempo y las ganas de hacerlo.
Busqué y encontré a Marta y su academia “Gracia Flamenca”.
En principio, confieso que tenía mucho miedo, pues yo no bailo. En general soy bastante descoordinada y no tengo muchas habilidades, sin embargo, y para mi sorpresa, nada de esto importaba, sino sólo las ganas de aprender a sentir un ritmo tan profundo como lo es el flamenco.
Aprendí algunos pasitos y bailé, poco a poco y gracias al impulso de Marta fui aflojando el cuerpo hacia movimientos que creía era incapaz de desarrollar, mostrándome a mí misma una nueva dimensión que no conocía.
Gracia Flamenca fue además un espacio de acogida y un acercamiento a la cultura siempre acompañada por otras mujeres, acostumbradas a reconocer en la interculturalidad un valor que las enriquecía.
A cualquiera que visite esos rincones, recomiendo pasen por Gracia Flamenca y vivan la emoción que provoca el sentir en cada fibra la pasión de la música y cultura flamenca.
Un abrazo y nos las olvidaré jamás.


Gaia
(Italia)
Hola, soy Gaia, una chica italiana que estuvo de Erasmus en Barcelona hace 2 años. Cuando llegué a España, tenía muchas ganas de experimentar el flamenco y así me puse a buscar escuelas. En internet encontré Gracia Flamenca y decidí hacer una prueba: nunca había bailado y también soy una chica bastante tímida, pero Marta fue una persona y una profesora muy disponible y amable y me enseño todo de manera simple y con mucho cariño. Sus clases me animaban muchísimo. Hice en total 7 meses de sevillanas y tango flamenco y me enamoré del baile! Las clases marcaron una diferencia en mi viaje porqué experimenté algo característico de España, las personas eran muy amables y el flamenco me conectó con mi energía y mi sensualidad. Cuando volví a Roma me puse a buscar clases para seguir bailando en Italia también. Siempre me acordaré de esta experiencia llevando conmigo las sonrisas, el calor y la magia de estas maravillosas clases.


Lina
(Grecia)
Gracia flamenca ha sido para mí la mejor experiencia que tuve en Barcelona. Gracia flamenca ha sido para mí la mejor experiencia que tuve en Barcelona. Nunca me había imaginado de que aprendería a bailar flamenco tan rápido y que sentiría tan liberada y tan contenta sobre el escenario. Muchas gracias a la profesora y a toda la gente que conocí en varias fiestas organizadas por gracia flamenca y que me regalaron un poco de la cultura flamenca y tantos momentos felices y muy flamencos!


Katarzyna
(Polonia)
Buenas a todos, soy Kasia. Soy polaca aficionada al flamenco como arte, terapia y estilo de la vida. He tenido la suerte de poder participar en las clases dirigidas por Marta en su escuela. Esta es mi historia:
Atraída por ese baile, me puse a buscar una escuela de flamenco en Barcelona donde las clases se impartieran con pasión, entendimiento y atención a los alumnos y sus necesidades. Primero llamaron mi atención los testimonios de las antiguas alumnas de Marta presentadas en la página web de GRACIA FLAMENCA, me encantó también la decoración de la página en sí. Tomé la decisión y he apostado por la escuela de Marta.
Hablando de Marta, uno no puede limitarse a describir sus ventajas solamente desde el punto de vista del aprendizaje. Marta es una persona sincera, dedicada, auténtica y llena de energía ´positiva´.
Durante el curso explica no solamente el “cómo” y el “qué” sino también el porqué del flamenco como arte. Nos trasmitió el mensaje de que todas podíamos bailar, expresarnos libremente por medio de ese baile y aprovecharlo al máximo para entrar en armonía con nuestros cuerpos y corazones. Por más difíciles que sean los palos, Marta los reviste de palabras que hacen que esta misteriosa amalgama de gestos, movimientos y pasos se convierta en algo comprensible y casi natural, un medio por medio del cual podemos expresar nuestro estado interior. Personalmente opino que en el baile lo que importa es la expresión de personalidades, por tanto aunque el flamenco tenga sus palos y sus reglas, estas constituyen solamente la base para que cada uno pueda enseñarles a los demás lo que tiene dentro. Durante las clases en su escuela realmente empiezas a entender ese misterioso arte, te llenas de pasión y paz interior, entras en otra dimensión.
Las clases con Marta, sin lugar a dudas, te conducirán a bailar, pero hay algo más… En Gracia Flamenca conocerás a muchas personas increíbles (serán las futuras bailarinas con las cuales compartirás el curso). Escucharás la mejor música, tendrás la oportunidad de conocer algunos músicos cuyas voces te harán llorar…Conocerás a una de las mejores personas, pero sobre todo bailarás con una profesora que no te impondrá su autoridad, no se sentirá superior a ti, te convencerá de que puedes bailar y que TÚ eres preciosa, eres divina y eres una bailarina extraordinaria aquí y ahora.
Gracia International

Claudia
(Brasil)
I started doing flamenco classes in 2009 in Brazil, and it was love at first sight! When I decided to do an internship of one year in Barcelona, one of the first things in my list of “things to do” was to find a place to continue the flamenco classes. In my second week in Barcelona, already settled in a small apartment, I called several schools that I found on the internet. Some Justin formed prices and timetables; some did not answer … I called one Gracia Flamenca. No answer, I would have to call at another time. So it was a surprise when my cell phone rang, an dit was Marta from Gracia Flamenca, returning the call. Super nice, she asked me about my previous flamenco studies, which rhythms I knew and what I liked … she invited me to try a class and told me the best options for my level. I signed in immediately and participated of a Catalan Rumba class. I had so much fun … then I started regular classes. Regretfully, due tochanges in my schedule I had to change to another class. I joined a group rehearsing a Tiento and … another love at first sight! Tuesday was the best day of the week … If I was tired ordis couraged; the class put me back up. My rehearsal companions were becoming friends, especially in the final stages, with the extra rehearsals and the need to develop a sense of group. The festival was fantastic, lots of excitement! To participate in the classes has been very important to overcome the challenges that the dance will impose to the body (to learn the steps, to feel the emotion, to find de Flamenco duende…) and to give me a sense of belonging due to Marta’s kindness and patience and my teammates. Olé!


Evi
(Austria)
I’m visiting Barcelona for a half year because after I finished my bachelor degree in sience of nutrition in Vienna I always wanted to live for a period in another country and learn their language. Immediately when I arrived in Barcelona I got matriculated in a course of sign language catalán which made me feel closer to the culture. It’s a great adventure, but since I got inspired by a flamenco show I realize I need to participate at flamenco classes to fulfil all the necessary of understanding traditions and enjoying the time in Barcelona. So the new opportunity of Gracia Flamenco was like the cherry on the top of a whipped cream. I learnt a lot from the teacher Marta who always is ready to listen to your wishes and worries about the steps and the culture in flamenco with open arms. Whatever I needed I was always toping formed even though my level of spanish was not high enough. We worked for a final show in the end of the semester and I really felt comfortable with the group and the teacher and also the repeated things for me when couldn’t follow their conversation. There were no uncomfortable situation due to my hearing problems. I felt connected and Gracias Flamenca left me with nice memories!


Yessica
(Chile)
A few years ago now I had the wonderful opportunity to live in Barcelona for nearly 2 years for my studies. When I was there I thought: why not learn a bit of dance? since I had the time and a mind to do so.
I looked around and found Marta and her “Gracia Flamenca” academy.
At first I must say I was quite nervous, because I don’t dance. In general I’m not very coordinated and I don’t have much skill, however, and to my surprise, none of this mattered—the only important thing was to have the desire to learn to feel such a deep rhythm as is flamenco.
I learned a few steps and I danced, little by little and thanks to Mara’s enthusiasm I started to loosen up my body towards some movements which I thought I was incapable of developing, discovering a new facet of myself previously unknown to me.
Gracia Flamenca was also a welcoming space and an approach to culture that was always accompanied by other women, used to recognising in interculturalism a value which enriches them.
To anyone visiting that corner of the world, I recommend you visit Gracia Flamenca and experience the emotion caused by feeling, in every fibre of your being, the music and culture of flamenco.
Warmest wishes and I will never forget you.


Gaia
(Italia)
Hello, I’m Gaia, an Italian girl who was in Barcelona 2 years ago on an Erasmus programme. When I arrived to Spain, I had a burning desire to experience flamenco so I started to look for schools. On the internet I found Gracia Flamenca and I decided to try it out: I had never danced and I’m also very shy, but Marta was very approachable and kind as a person and as a teacher, and she taught me everything in a simple way and with lots of love. Her classes encouraged me a lot. I did in total 7 months of sevillanas and tango flamenco and I fell in love with dance! The classes made a huge difference in my trip because I experienced something authentic from Spain, the people were very kind and flamenco connected me with my energy and sensuality. When I got back to Rome I started looking for classes to keep dancing in Italy too. I will always remember this experience and carry with me the smiles, warmth and magic of those wonderful classes.


Lina
(Grecia)
Gracia Flamenca was, to me, the best experience I had in Barcelona. I’d never imagined that I’d learn to dance flamenco so quickly and I’d feel so liberated and happy on the stage. Many thanks to the teacher and all the people I met in the various fiestas organized by Gracia Flamenca which gifted me a bit of flamenco culture and so many happy and very flamenco moments!


Katarzyna
(Polonia)
I’m Polish and I’m very interested in flamenco as an art, therapy and lifestyle. I’ve had the good fortune to be able to participate in the classes taught by Marta in her school. This is my story:
Attracted by this dance form, I started to look for a flamenco school in Barcelona where classes would be taught with passion, understanding and attention to the students and their needs. First I was attracted by the testimonials from Marta’s former students which were presented on the website of Gracia Flamenca, I also loved the design of the website itself. I made the decision and decided to go for Marta’s school.
When speaking about Marta, one cannot stop at describing her positive aspects only from the point of view of learning. Marta is a sincere person, dedicated, genuine and full of positive energy.
During the course she explains not only the “how” and the “what” but also the why of flamenco as an art. She transmitted the message that we could all dance, freely express ourselves through this dance form and use its full potential to enter into harmony with our bodies and hearts. No matter how difficult the “palos” are, Marta envelops them with words that cause this mysterious amalgam of gestures, movements and steps, to become something easy to comprehend and almost natural, a means by which we can express our inner state. Personally, I believe that in dance what matters is the expression of personalities, therefore, although flamenco has its “palos” and its rules, these are only the basis for each of us to show everyone else what we have inside. During the classes in her school you really start to understand this mysterious art, you are filled with passion and inner peace, you enter another dimension.
The classes with Marta, will definitely lead you to dance, but there’s something else—at Gracia Flamenca you’ll meet a lot of incredible people (who will be the future dancers with whom you will share the course.) You’ll hear the best music, you’ll have the opportunity to meet some musicians whose voices will move you to tears… You’ll meet one of the best people, but especially you’ll dance with a professor who will not impose her authority, will not feel superior, will convince you that you can dance and that YOU are precious, you are divine and you are an extraordinary dancer here and now.
No matter how difficult the “palos” are, Marta envelops them with words that cause this mysterious amalgam of gestures, movements and steps, to become something easy to comprehend and almost natural, a means by which we can express our inner state.